El mercado consumidor interno, especialmente en los grandes centros urbanos, mayoritariamente se inclina por las carnes procedentes del sistema de “engorde a corral” que abastece alrededor del 85% del consumo interno global pero llega al 95% en los grandes centros urbanos (entre establecimientos industrializados y los de “engorde a corral en campo”) pues la carne generalmente es percibida como de “mayor calidad” visualmente constatable como el color de carne y grasa (blanca), el marmóreo (deposición de grasa intramuscular atributivo de terneza).
